El Mercedes-Benz Vito de pasajeros, el nuevo vehículo presidencial blindado en Argentina, comenzará a operar en los próximos días

Después de muchas idas y vueltas, el presidente Mauricio Macri dispondrá de su propia “Bestia”, en referencia al vehículo presidencial totalmente blindado que se fabricará localmente para su seguridad personal. Así lo informó el Secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, quien ante los periodistas acreditados en la Casa Rosada señaló que “después de varios meses analizando opciones, el gobierno decidió que el nuevo auto presidencial sea una Mercedes-Benz Vito blindada”.

 

Durante todo este tiempo, fueron insistentes los pedidos de informes por parte de los cronistas de Info Auto a los responsables de comunicación de la firma alemana sobre la definición en este tema. Cada vez que se realizaba la consulta se respondía con una frase lacónica que rezaba: “Por el momento, no tenemos nada que informar al respecto”.

 

Siempre sobre la base de trascendidos, el hecho de que no hubiese una definición sobre el auto blindado presidencial era una cuestión de costos. En principio, blinda una Vito en nuestro país requería una inversión por parte del Estado cercana a los 400.000 dólares en todo concepto.

 

Sin embargo, fue la misma terminal la que logró abaratar ese precio mediante la importación de piezas claves desde España (donde Mercedes-Benz fabrica las versiones “Guard” de alta gama de la Vito) para asegurar un blindaje de máxima calidad.

 

Entre las ofertas que analizó el Estado para el auto presidencial se encontraban Kia Argentina, cuyos directivos ofrecieron blindar una unidad Carnival (que fue utilizada varias veces por el área de Presidencia), y Volkswagen Argentina que puso a disposición de Mauricio Macri un Touareg que podía blindarse de fábrica y garantizar al máximo todo el proceso de seguridad.

 

Pero, finalmente, es una Mercedes-Benz Vito que se fabrica en la planta bonaerense de Virrey del Pino el futuro vehículo que traslade seguro al presidente, en este caso, equipada con un motor naftero de 2.0 litros, turbo, con 184 CV y 300 Nm de torque, asociado a una transmisión manual de seis velocidades, con tracción trasera y un “peso extra” de cerca de 1.500 kilogramos producto de las piezas de blindaje que, dicen, soportan cualquier tipo de ataque en la vía pública.

 

En síntesis, la “Bestia” local ya vio la luz y, se asegura, “ahorrará muchos problemas al trabajo de la custodia presidencial”.