Un paseo por el futuro al comando de súper camiones equipados con alta tecnología y avanzada conectividad

 

Enviados especiales de ALTA PERFORMANCE a la provincia de Tucumán probaron los modelos Streamline R620 V8 4×2 y G310 4×2 y visitaron la planta de Scania Argentina donde se producen diferenciales y engranajes de caja para exportar a Brasil y Europa.

 

Los dos camiones sometidos a un riguroso test drive fueron los Scania Streamline R620 V8 4×2 y el Streamline G310 4×2, ambos equipados con lo último en materia de tecnología de a bordo y conectividad.

 

En un predio ubicado en la zona de El Cadillal, dos pilotos profesionales de Scania acompañaron a los periodistas en cada una de las incursiones que se realizaron, en un recorrido de casi 4 kilómetros, entre ida y vuelta.

 

Casi 24 horas después de la prueba de manejo, nuestros periodistas visitaron la planta de Scania Argentina ubicada a unos 20 kilómetros del centro urbano.

 

Esta fábrica fue inaugurada el 26 de marzo de 1976 (donde comenzó la producción del modelo L111) y cuenta con una superficie de 230.000 metros cuadrados. Allí trabajan algo más de 500 personas de manera directa y otras tanto de forma indirecta, en el marco de una inversión que comenzó en 2010 y que actualmente alcanza un monto superior a los u$s 50 millones.

 

La planta está plenamente integrada al proceso de producción global de Scania. Actualmente, no fabrica camiones, sino que se especializa en la producción de componentes para cajas de velocidades, palieres, trabas de diferenciales, engranajes de cajas, de motor, sincronizados, ejes,  mitad porta coronas y otros elementos (120 en total), que exporta hacia otras plantas de la empresa instaladas en Brasil, Suecia y distintas ciudades de Europa, por unos u$s 200 millones al año.

 

Scania se diferencia de otras marcas porque produce todos los componentes de sus camiones “de paragolpe a paragolpe”, mientras que otras empresas utilizan proveedores externos de distintos elementos para finalmente ensamblar un camión.