Se llama Andrea Agnelli y es el actual presidente y CEO del Juventus de Italia, uno de los equipos europeos más poderosos desde el punto de vista comercial y con innumerables triunfos deportivos en el mundo del fútbol peninsular.
Andrea es nieto de Edoardo Agnelli; sobrino de Gianni Agnelli (fundador de la Fabbrica Italiana Automoboli di Torino-FIAT) e hijo de Humberto Agnelli, por lo que el parentesco con Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat-Chrylser Argentina, es a nivel de primos por parte de la familia de su madre.
La historia cuenta que, en 1923, FIAT compró a la Juventus y, desde entonces, con los Agnelli al mando, la institución fue creciendo hasta convertirse en una empresa rentable y con grandes galardones deportivos.
En 2010, el equipo descendió de categoría y los Agnelli decidieron que fuera Andrea quien tomara el timón de ese barco a la deriva e hiciera retornar al club a la primera división. Ese retorno fue casi inmediato y la Juventus pasó a ser uno de los clubes más modernos y ricos de Europa.
En los últimos tiempos, Andrea Agnelli llevó jugadores de gran categoría internacional, entre ellos, argentinos de la talla de Tévez, Higuaín y Dybala. “Ganar no es lo importante, es lo único que cuenta”, es la frase predilecta del directivo.
“El objetivo es que el club exporte el sentimiento juventino a los niños de Shangai, a los milennials de México y a las mujeres de Nueva York”, dijo Andrea Agnelli en la última conferencia de prensa en Turín.
Y agregó: “Hemos firmado contratos millonarios, por ejemplo, con Adidas, por 30 millones de euros por temporada. Esto nos permitirá que el sentimiento que mueve a los miles de hinchas del Juventus italianos se traslade hacia todos los rincones del planeta para seguir creciendo en el negocio del fútbol”.